Afrontar los datos objetivos del uso propio de redes sociales, el móvil y los videojuegos es un primer paso para tomar conciencia. Tanto la cantidad de tiempo de pantallas como a qué se dedica son importantes. En esa combinación está el secreto del equilibrio.
Debes analizar qué beneficios te aporta pero también a qué renuncias te obliga. Dormir lo suficiente, atender las tareas escolares, domésticas o laborales, cuidar las relaciones personales con la familia, disfrutar de ocio y amistades también fuera de la Red… todo esto es irrenunciable para una vida saludable y equilibrada. Si hay algo que te gustaría hacer o que deberías hacer y el tiempo de pantalla te lo impide, debes pasar a la acción.